Y al caer la noche, ahí estaba él mirando al suelo con las manos en los bolsillos. Dentro de mi sueño tornado en pesadilla.
Ahora al verle sentía miedo, angustia.
Sentía que me iba hundiendo más y más en el profundo lago que lloré por él. Me calaba de lágrimas hasta los huesos, sintiendo que me alejaba de mi misma.
Era como si huyera del sol, lejos de toda esperanza, sin animo, y expuesta al gélido peligro que arrecia. Pero su brillo era dañino, engañoso. Solo podía dejarme llevar por la corriente.
El precio que pago por amar lo prohibido es alto. Soñar es gratis, pero limitado. En algún momento hay que despertar. Permanecí demasiado tiempo dormida en un mundo que sabía que era irreal, pero me gustaba. Los excesos no son buenos, pero no quise aceptarlo, no quise volver. Nadie duerme para siempre, y ahora no volveré a soñar. No lo volveré a ver. No volveré a sentir.
No quiero esperarte más. No quiero despertar pensando y deseando que esta vez seas de otra manera conmigo. Pero ambos sabemos lo frío que eres. No quiero sufrir más...
Pero no puedo alejarme de ti, esa es una de las razones por las que no puedo dejar de pensar en tu cara y tus ojos, ni olvidarte. Me paso el día mirando tu foto, aunque desearía ser capaz de no volver a mirarla.
Todos los palos que me ha dado la vida me han enseñado que lo importante es hacer caso a las buenas y pequeñas cosas, resacirse en ellas.
Es cierto que me he caído muchas veces, he llorado hasta no tener lágrimas, me he lamentado del presente, lo he odiado y por ello no he vivido.
Pero nunca es tarde, amigo.
La libertad está ahí, esperándote.
Corre si te apetece, ríe, salta, grita. Nunca te quedes con las ganas de nada.
En ocasiones, aborrezco tanto el presente que estoy obligada a vivir, que siento un deseo irrefrenable de huir y salir corriendo a ninguna parte.
Así que, ignora todo aquello que te haga daño, sí, no le prestes la mínima atención.
Elige los caminos que tú quieras recorrer, no aquellos que te digan que te conviene andar.
Algunos días me apetece tomar el camino fácil, ¿y qué?, ¿algún problema? Y sí, soy más feliz por ello. Son estas pequeñas cosas las que hacen que no me convierta en una amargada como los robots humanos que están a mi alrededor.
A veces, simplemente hay que hacer lo que a uno le de la gana, por un instante, durante unas horas, días. Vivir una vida diferente, alejarse de la monotonía y la similitud de esta aburrida sociedad. Sacar un 10 no significa nada, se libre y siente la verdadera satisfacción. El simple hecho de disfrutar de la vida, sin barreras ni límites impuestos a la fuerza. Rompe el vallado.
Toma el pincel de tu vida, y pinta el camino que te de la gana, uno que sea divertido, totalmente original y que realmente te merezca la pena.
Disipas la niebla, ahuyentas mi dolor eterno. Mi frágil y amado humano, ahogas mi inmortalidad.
Tan solo fue un momento, breve, pero mi adoración por ti es infinita, inagotable.
No me abandones a mi suerte, no te alejes. Tu existencia me desfallece, al vivir me condenas. Estos sentimientos inevitables me debilitan, pero este agotamiento es lo más hermoso que he sentido en toda mi vida.
No dejes de mirarme aún si es cierto que no puedes amarme. Sálvame tú ésta vez.
Protegeré tu alma hasta el fin de los tiempos.
Y cuando cierres tus ojos solo sombra seré, por siempre velando tu sueño, por ti he muerto, muero y moriré.