Cuando el amor desiste, muere.
Ya no es, deja de ser.
No es amor.
Desaparece en la nada.
Cuando persiste, es pasión.
Roja pasión que embriaga y enloquece.
Irremediable adicción.
Más y más profunda, irresistible.
Pero, ¿acaso puede existir la pasión sin amor?
¿Es real el amor si no hay pasión?
No. No puede y no es.
Ahora dime, ¿tú amas o crees amar?
Yo estoy segura, y confieso que mi amor es ardiente, inagotable.
Me consumo por ti.
Vivo y muero a la vez porque yo...
amo apasionadamente.
No se si es un error.
Solo sé que es inevitable.
Mirarte y sonreír.
Soñar contigo cada noche.
Contar los segundos que me separan de ti.
Intentar acompasar mis latidos y los tuyos.
Todo puede parecer una locura,
pero así es el amor.
Una enfermedad sin cura.