El agua es incolora.
Cambia de forma libremente mientras fluye.
Pero se ensucia si está estancada.
Tiene una vida corta.
La gravedad envuelve el agua sin forma,
haciendo que ésta fluya hacia abajo y se pierda.
Es vulnerable a los deseos de la naturaleza.
Tú, a diferencia de ella, eres libre y controlas tus propias decisiones.
No dejes que tus miedos y preocupaciones te hundan en
el pozo más profundo y sombrío,
ni que tus penas y complejos te amolden a una realidad que no te gusta.
No te rindas porque otros esperen que cambies algo de ti.
Tienes derecho a decidir, a pensar por ti mismo qué es lo que quieres.
No te estanques, no abandones.
El agua, una vez estancada, no puede volver a su cauce original.
Sólo sigue expandiéndose y se pone más sucia.