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miércoles, 25 de abril de 2012

Relojes.


El sonido del reloj siempre me ha fascinado.
Me relaja su perfecta sincronización, su crujido interior.
El reconocible roce de sus engranajes rebota por las paredes de mi habitación.
El movimiento de la saeta me hipnotiza y convence a mis ojos para que se cierren.
 Dibuja una y otra vez un círculo exacto en el aire de forma imparable, tanto como el paso de la vida.
Sucumbo a su monótona canción de cuna, suave y delicada a la vez.
Es la llave, una clave en un murmullo que abre la puerta a mi mundo de sueños. 
La voz que me lee cuentos para dormir,
 y de la mano me lleva a imaginarme de nuevo que puedo dormir junto a ti.
Es ahora cuando al fin he descubierto el sentido de mis horas, minutos y de mis sueños.
Sé que te anhelo por igual cuando estoy despierta y cuando duermo.
Es por ti que lo escucho, eres la causa de su movimiento.
Para vivir contigo es para lo único que necesito ese tiempo.

jueves, 19 de abril de 2012

El lugar que sólo nosotros conocemos.

Atravieso un camino por una tierra desierta.
Conozco este lugar como la palma de mi mano.
Siento cada palmo de la tierra en mis pies desnudos,
a la vez que el sonido del río baña mis oídos.
Continúo mi camino a contracorriente,
y cada vez me siento más débil y senil.
Dime cuándo podré dejar de andar,
 cuándo llegaré al final, cuándo me dejarás entrar.
Porque el cansancio es cada vez más notable y necesito empezar de cero.
Entonces llego a un lugar que me resulta familiar.
Un árbol yace muerto y dormido,
aunque siento como si sus ramas estuvieran vivas y me observaran.
Cubierto por pétalos de cerezo, 
se resigna a no crecer más, a no avanzar, mientras el viento lo erosiona.
De alguna forma sé que no debo abandonarlo, que tengo que quedarme esperando.
Permanecer junto a él hasta que aparezcas para salvarme aquí, 
al final de todas las cosas.
Quiero ir contigo como solíamos hacer antes.
Irnos a ese lugar que sólo nosotros conocemos, 
a ese lugar nuestro, únicamente nuestro.

miércoles, 11 de abril de 2012

Eclipse.


Hoy ha salido el Sol, pero ya no lo veo.
Sigue ahí pero mis ojos se han nublado entre lágrimas.
Tengo frío, me alejo de la ventana para acurrucarme en mi cama.
Agarro mis piernas con fuerza y contra mí para sentir algo.
Para sentir que aunque todo esté al revés sigo existiendo, 
y aunque el reloj no avance el día pasará y dejaré de sentirme vacía.
Que la soledad de este día es pasajera, que no tengo que tener miedo.
Pero no se controlarme, nunca he sabido cómo.
Siento todo tan intenso que tengo miedo de romperme.
Y ahora me desbordo, dentro de mí y hacia todas las direcciones.
Estoy dando vueltas, pero sigo sin moverme,
 tirada en el colchón intentando acallar mi llanto.
Tal vez todo parezca muy abstracto,
pero es todo tan apasionado que lo hace irracional.
Siento en otro idioma y tal vez sea incomprensible.
Demasiado fuerte, demasiado rápido.
Tengo que medirme, moderarme, calmarme, imaginarme...
Imaginarme con él en un día lejos de éste.
Donde no tenga que pensar en la realidad y en el presente.
Llenarme de recuerdos y deseos de días distintos al ahora.
Hoy me cuesta vivir y vivo un poco menos, envejezco.
Porque él me está abrazando mientras me encojo, pero sólo es un sueño.

martes, 3 de abril de 2012

Drogas mágicas.

No tengo miedo a las masas,
te tengo miedo a ti.
Porque si miro de lejos,
me tirarás un misil, sónico

Me enterrarás tu cuchillo
si no te bailo en los bosques.
Por eso no es a las masas, 
te tengo miedo a ti.

Hicimos de todo en esa ciudad,
era nuestra.
Rompimos los autos,
colgamos pancartas que decían: 
"te quiero así".
Eres tan gigante y loco de verdad.
Habrán sido drogas mágicas.


                      Me gustas, soy drogadicta. 

lunes, 2 de abril de 2012

Sobrenatural.

No hablo de una criatura mitológica. Tampoco es un ángel aunque lo parezca.
No puedo explicar, ni sé por qué es tan hermoso.
Pero estar junto a él es mágico, literalmente mágico.
Por muy repetitivo que suene, disipa todos mis problemas y preocupaciones.
Mi mente se vacía en un instante y se llena únicamente de él.
Todo me da absolutamente igual.
No me importa si estalla el cosmos ni me importan las obligaciones
 de este mundo tan aburrido.
Tan sólo pienso en transportarnos a ese mundo exclusivamente nuestro.
No tiene comparación alguna. Él y ese lugar de donde viene,
porque algo tan maravilloso no puede ser de este mundo.
Es tan sobrenaturalmente perfecto que nadie sería capaz de entenderlo.
Le ansío, aquí y ahora. Tanto que me consumo.
Casi no se ha ido y ya le necesito de nuevo.
Soy sólo humana, sucumbo a la adicción con facilidad.
Y es imposible no entregarse a su tierna y convincente mirada, 
sus dulces labios y su cálida piel apasionada.
Me conquista irremediablemente con sus oportunas y suaves caricias, 
y el sonido de su voz que percibo como un tierno encantamiento
 que me embelesa y me seduce.
Ya no puedo escapar, lo que me une a él es indisoluble.