¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días.
Un sueño, un sueño profundo y nada más.
Profundo hasta el abismo, tenebroso.
Cegada por las llamas, abrasada en la oscuridad.
Tú, mi ángel de la guarda,
me devuelves al mundo de los vivos e infelices.
Pero esto no me satisface...
¿Por qué?, ¿Por qué no siento?, ¿sigo aún abismada en el abismo?.
Un sueño dentro de otro sueño, ¿es esa la razón?
Tú siempre fuiste mi sueño. Soñar, solo soñar contigo deseo.
Pero me perdí en mi fantasía buscándote.
¿Es este mi destino? Resultaste ser mi perdición, mi quimera.
Agridulce noche de ensueño de la que nunca despertaré.
Eternamente perdida en mi utopía pues jamás te encontraré.
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