No hablo de una criatura mitológica. Tampoco es un ángel aunque lo parezca.
No puedo explicar, ni sé por qué es tan hermoso.
Pero estar junto a él es mágico, literalmente mágico.
Por muy repetitivo que suene, disipa todos mis problemas y preocupaciones.
Mi mente se vacía en un instante y se llena únicamente de él.
Todo me da absolutamente igual.
No me importa si estalla el cosmos ni me importan las obligaciones
de este mundo tan aburrido.
de este mundo tan aburrido.
Tan sólo pienso en transportarnos a ese mundo exclusivamente nuestro.
No tiene comparación alguna. Él y ese lugar de donde viene,
porque algo tan maravilloso no puede ser de este mundo.
Es tan sobrenaturalmente perfecto que nadie sería capaz de entenderlo.
Le ansío, aquí y ahora. Tanto que me consumo.
Casi no se ha ido y ya le necesito de nuevo.
Soy sólo humana, sucumbo a la adicción con facilidad.
Y es imposible no entregarse a su tierna y convincente mirada,
sus dulces labios y su cálida piel apasionada.
Me conquista irremediablemente con sus oportunas y suaves caricias,
y el sonido de su voz que percibo como un tierno encantamiento
que me embelesa y me seduce.
Ya no puedo escapar, lo que me une a él es indisoluble.
Y es imposible no entregarse a su tierna y convincente mirada,
sus dulces labios y su cálida piel apasionada.
Me conquista irremediablemente con sus oportunas y suaves caricias,
y el sonido de su voz que percibo como un tierno encantamiento
que me embelesa y me seduce.
Ya no puedo escapar, lo que me une a él es indisoluble.
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