Y de nuevo, me he perdido en tu mirada.
Es tan hermosa y profunda que me desorienta.
Pero no puedo evitar mirarla,
porque la curiosidad por saber que escondes detrás de ella
me quita el sueño.
No son mariposas lo que siento dentro de mí,
sino a mi misma.
De pronto, me siento viva,
porque tú me has despertado,
me has dado un motivo al existir.
Aunque todo se nuble,
tus ojos siempre están para guiarme de vuelta.
Sólo te necesito a ti para perderme
y sentir esa sensación de encontrarme.
Porque eres esa parte de mí con la que no nací
y necesito para completarme.
Ahora sé que la felicidad en cada uno tiene un nombre.
Mi felicidad tiene un nombre tan corto como el mío,
pero para mí es el más precioso del mundo.
Y puedo prometer que nunca me cansaré de mirarlo
porque no existirá jamás un día en el que deje de sentirme así.
Hay personas que pasan la vida intentando encontrar ese nombre,
yo he tenido la suerte de haberte encontrado
y de tener toda una vida por delante para disfrutar... contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario