Se desvanecen como el humo, dejándose llevar grácilmente hasta escapar de la punta de mis dedos.
Huyen hacia todas partes por un cauce sin rumbo.
Arrastradas por una corriente de odio y envidia,
se evaden entre la confusión y la nada.
Crujen hacia dentro, perdiéndose en sí mismas.
Más y más pequeñas, más imperceptibles, más débiles.
Se alejan dejándome vacía y desorientada.
Es como si me faltara el aire.
No puedo vivir sin respirar, pero tampoco sin soñar.
Evaporaron mis ilusiones y ahora se marchitan y mueren lejos de mí,
entre la niebla pétrea.
Desfallezco, me difumino en este cruel mundo y desaparezco.
Sin deseos, ilusiones ni sueños, no existo.
Te sigo♥
ResponderEliminar¿Me sigues?