Inconscientemente, enmudeces mis palabras.
Rotas y sin aliento, callan, presas del asombro.
Sonrojadas, solo consiguen susurrar leves suspiros casi imperceptibles.
Suspiros que se entrecortan por el golpe de mis intensos latidos.
Mi corazón alterado grita tu nombre enloquecido.
Lucha por decirte aquello que mis labios no son capaces de expresarte.
Dos palabras. Las más hermosas y profundas que he querido declarar.
Nacieron por ti y solo para ti. Del amor más noble.
Dos sonidos sinceros y puros que guardan tímidamente su propósito.
Mi secreto empieza por "T" y acaba por "O".
Dos simples letras tan frágiles como yo.
Buscando ser comprendidas, esperando tener un significado.
Eres la causa y la solución al enigma.
Solo debes leer mis ojos, mis labios y mi alma.
No necesitas pistas porque lo están voceando en silencio.
Un silencio ensordecedor.
Aunque es algo obvio, presta atención.
Escúchalo y dime que tú también me amas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario