¿Y qué es el amor después de todo?
¿Un impulso, una ilusión o un simple acto de magia?
El amor es pura poesía.
Es descubrir cómo hablar con el alma cuando no se tienen palabras.
Es aprender a leer los ojos de la persona que está frente a ti,
para no volver a malgastar aire en palabras caducas.
Es dejar de tener miedo a sufrir o ser rechazado.
Volverse locamente irresponsable y jugar al juego más peligroso del mundo.
El juego de amar y generar dolor al mismo tiempo.
Ser capaz de entregar la mitad de ti de forma desinteresada, arriesgarse.
Vagar como una mitad débil y perdida para encontrar aquella ajena a ti,
pero a que a pesar de ello encaja a la perfección contigo.
Es despertar de un letargo de deseos y suposiciones para empezar a vivir algo real.
Es dejar de respirar para ti, y comenzar a hacerlo por otra persona.
Dejar atrás la curiosidad y reemplazarla por realidad.
Es transformar tu diario en un libro de poesías para aquel que amas.
Cada letra contiene un latido y todos los regalas.
Cada palabra es un sentimiento, y cada frase una promesa.
No dejes que tus emociones te asusten, todos somos capaces de hacerlo,
porque al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
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